Alemania amenaza con no aceptar más inmigrantes si Italia no expulsa a los 'refugiados económicos'
Berlín habla del posible 'final de la libertad de movimientos en la UE'
Pide diferenciar a los países de llegada a los refugiados de los 'inmigrantes ilegales'
Un inmigrante duerme sobre las rocas en la localidad italiana de... Un inmigrante duerme sobre las rocas en la localidad italiana de Ventimiglia, en la frontera con Francia. Efe
ROSALÍA SÁNCHEZEspecial para EL MUNDO Berlín Actualizado:17/06/2015 11:06 horas
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Si alguien pensaba que las dramáticas imágenes de los inmigrantes africanos bloqueados sobre las rocas del Puente de San Ludovico, en Ventimiglia, en la frontera entre Italia y Francia, iban a ablandar a Alemania, se equivocaba. La respuesta de Berlín es una amenaza: la de no aceptar en su territorio más inmigrantes en el futuro si Italia no comienza de inmediato a efectuar las expulsiones de los llegados a sus costas de vuelta a los países de origen.
El Ministerio de Interior alemán defiende que es necesario que haya un dispositivo de retorno altamente efectivo en la frontera para inmigrantes irregulares por motivos económicos, con el fin de que la solidaridad en términos de refugiados pueda ser sostenible. El ministro Thomas de Maizière, uno de los hombres de confianza de Angela Merkel en el gobierno de gran coalición, ha ido más allá y ha declarado: "No queremos dar marcha atrás en los acuerdos Schengen y no queremos establecer de nuevo controles fronterizos, pero si los países de llegada no cumplen de forma efectiva con sus responsabilidades, lo que podemos encontrarnos en última instancia es el final de la libertad de movimientos en la UE".
Los funcionarios de Berlín que preparan la próxima negociación, que tendrá lugar los días 25 y 26 de junio, deslizan además que Alemania está dispuesta a no aceptar cuota alguna de refugiados en caso de que los países del perímetro exterior no estén cumpliendo con sus obligaciones de expulsión. La República Federal es actualmente el principal receptor final de refugiados, puesto que la mayoría de los que desembarcan en las costas del Mediterráneo no desean quedarse allí y aprovechan la primera oportunidad para seguir viaje hasta el generoso sistema social alemán. Hasta ahora, Berlín ha abogado por un reparto más equitativo de las cuotas de recepción, pero solamente seguirá en esa línea si Italia, por ejemplo, garantiza que efectuará correctamente el filtro para dejar pasar solamente a personas que cumplen con los requisitos para ser consideradas estrictamente refugiados y expulsar a los denominados "refugiados económicos", a los que tanto Alemania como Francia desean denominar en adelante solamente "inmigrantes ilegales".
Alemania se ha convertido en el segundo destino mundial más solicitado por los inmigrantes, solo por detrás de Estados Unidos. En 2013 registró la mayor entrada de ciudadanos extranjeros de los últimos 20 años, un total de un 1.226.000 personas. Las peticiones de asilo para 2015 superarán las 300.000 y hay Bundesländer desbordados, que no pueden hacer frente, ni en el plano financiero ni en el social, a la gestión y mantenimiento de esta abultada llegada de refugiados.
En un esfuerzo por centrar la atención sobre el drama humano que supone la llegada de los refugiados a Europa, un colectivo de artistas alemanes dio entierro ayer en un cementerio musulmán de Berlín al cadáver de una refugiada siria que murió ahogada el pasado mes marzo cuando intentaba alcanzar el Dorado europeo. El grupo "Centro para la Belleza Política" convirtió el entierro en un acto de protesta por la prevalencia de los criterios administrativos, logísticos o financieros por encima de las consideraciones sobre los Derechos Humanos.
VAMOS LÁ A PROMOVER UMA DESCOLONIZAÇÃOZINHA SIM?
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